Especial / Fotógrafos del mes / 2012

06-Rafaramos



Rafaramos nació en Sevilla, exactamente en Alcalá de Guadaíra, un pueblo rodeado de un hermoso entorno natural incluyendo al Parque de Oromana, un lugar muy especial pues fue allí donde comenzó la relación entre la naturaleza y nuestro compañero.

En realidad Rafaramos es técnico deportivo de profesión, sin embargo se dedica a la dirección de un Teatro Auditorio. Si bien es cierto su trabajo nada tiene que ver con la fotografía, justamente el estrés que genera el trabajo diario y el ritmo de vida tan acelerado es lo que le genera una necesidad imperiosa de estar en contacto con la naturaleza.

Justamente aprovecha de este contacto especial que tiene con la naturaleza para fotografiarla. Todo lo que sea estar al aire libre y en contacto con la naturaleza lo hace disfrutar y lo impulsa a levantar la cámara y encuadrar o cazar momentos. Lo que más le apasiona son las aves, aunque también le gusta sorprender con miradas, detalles, objetos y texturas tomando fotografías “abstractas”. Eso sí, si hay una foto que nunca haría es una que atente contra el medio natural.

Para él, la fotografía es un medio de expresión, una forma de intentar dar a conocer lo sensible que puede ser el medio natural y los seres vivos que lo componen, una herramienta para intentar concienciar de la importancia de respetarlo. Además, por su timidez, la fotografía es una afición que le ha abierto las puertas para poder comunicar, compartir y exponer sin pudor su propia visión.

No sólo disfruta haciendo fotografías, sino también compartiéndolas a través de la Internet con la mayor cantidad de personas posible con el afán de aportar su granito de arena mostrando la fragilidad del equilibrio natural.

Empezó en la era analógica, épocas de cuarto oscuro, revelados y de vivir la magia de ver una imagen cobrar vida en una cubeta llena de líquido; sin embargo, hoy en día usa la tecnología digital y aprovecha de sus ventajas.

Es desde siempre un fiel canonista. Suele utilizar dos cuerpos de cámara réflex con objetivos de todas las distancias focales hasta 500 mm, ideal para caza fotográfica. Además lleva consigo flashs de diferentes tipos, control remoto, trípodes, rótulas varias y demás cachivaches incluyendo los diversos métodos de camuflaje que emplea: redes, hides de varios tipos, etc. Es decir, todo lo necesario para la fotografía de aves.

Para él una buena imagen puede estar bien compuesta, tener buenos colores y nitidez, ser técnicamente buena, pero para él lo que verdaderamente importa es que transmita, que no pase desapercibida para los ojos que la contemplan, que diga algo y que provoque al menos un momento de atención; y si se consigue que sea motivo de reflexión, pues aún mejor.

Los mejores momentos que le han dado la fotografía han sido esos en los cuales ha compartido tiempo con amigos fotógrafos, como su compañero de aventuras y fatigas, su hermano Javier. Además, el sentirse integrado en la naturaleza es un sentimiento que le agradece también a la fotografía.
En el futuro espera poder seguir haciendo fotos y que su actividad profesional le dé tiempo para seguir desarrollándose, junto a su hermano, en el campo fotográfico como hasta ahora lo viene haciendo a través de charlas, cursos, talleres y organización de eventos y sobre todo, disfrutar haciéndolo.
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