Su nombre es Beatriz, pero prefiere que la llamen Bea. Tiene 42 años, bilbaína de nacimiento, corazón y ¡hasta de apellido! Es en esa pequeña ciudad en donde vive junto a su compañero y sus dos hij@s.
Estudió geología y aunque actualmente trabaje como conserje en un instituto de enseñanza secundaria, su gusto por la naturaleza deja marca en su trabajo fotográfico.
Su relación con la fotografía se inició desde jovencita, pues a su padre le gustaba mucho este arte y ver la cantidad de cajas y cajas de fotos y diapositivas qué él tenía le hizo ver la fotografía como algo normal. A los doce años su hermana le regaló su primera cámara. Era una pequeña Kodak de la que no se separaba en cuanto tenía alguna excusa para usarla. Era una cámara automática y Bea se limitaba a componer fotografías, sin más pretensiones que la de tener un buen recuerdo.
De hecho su formación fotográfica es más bien nula. Siempre ha trabajado de manera bastante intuitiva. Al nacer sus hij@s tuvo claro que quería verles crecer a través de las imágenes y con la llegada de la fotografía digital e internet, se le presentó la oportunidad de profundizar de manera autodidacta sobre este tema.
Hace un par de años su compañero le regaló una CANON EOS 500D y es con ella con la que ha aprendido a manejar los aspectos más técnicos. Pero su evolución no ha sido fruto tan sólo de su esfuerzo. Desde aquí quiere agradecer a todas las personas que le han ayudado, en especial a su buen amigo, Joan Araúna, por quien llegó a fotocommunity. Ella piensa que él es responsable, en gran medida, de su evolución fotográfica.
Hoy por hoy la fotografía forma parte de su vida diaria. No solo disfruta de hacer fotografías, sino también de admirar y estudiar la fotografía de otr@s. La fotografía no sólo le permite observar cosas que de otra forma habrían pasado completamente desapercibidas, sino que le enseña a mirar la vida desde ángulos y situaciones distintas, además de permitirle expresar lo que siente, cuáles son sus inquietudes, necesidades… En definitiva, le permite abrir su mente y dejar que vuele, ser libre...
Cualquier ambiente le parece propicio para fotografiar Ella suele decir “TODO en esta vida es fotografiable, sólo tenemos que encontrar su perfil bueno”. Sin embargo, la naturaleza y los animales son temas que le fascinan y también le gusta fotografiar los espacios que forman parte de su vida diaria y la gente que se mueve en ellos. De igual manera, fotografiar a su familia sigue siendo una de sus motivaciones fundamentales.
Su meta actual es conseguir un estilo fotográfico que la defina y sabe que esto no es tarea fácil. Si tuviera que buscar un punto en común en sus fotografías, diría ser una fotógrafa de situaciones y de detalles. Tanto si se trata de fotografía de naturaleza, como de fotografía urbana, intenta buscar esa situación irrepetible, ese pequeño detalle que haga de esa foto, una foto especial.
Busca simplificar al máximo la imagen, para que el mensaje llegue claramente, sin interferencias ni distracciones. Es por este motivo que le gusta presentar fotos en blanco y negro.
Seguramente hay muchos fotógrafos que han ejercido influencia sobre ella. Sus últimos descubrimientos son Imogen Cunnigham y Dorothea Lange, dos mujeres con unos retratos magníficos, directos que consiguen cortarle la respiración.
Si tuviese que dar un consejo a un principiante, este sería empezar a conocer bien su equipo para poder sacarle el máximo partido. Sin embargo, es fundamental quitarle miedo a disparar y sobre todo a cometer errores, pues nadie nació sabiendo y tod@s aprendimos a caminar, cayendo.
