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Franmar nació el año 1946 en Terrassa (Barcelona). Desde muy joven descubrió su pasión por la fotografía, pasión que crece al lado de sus otras aficiones como los viajes, el mar, la música y la lectura. Hace algunos meses se jubiló, lo que hace que hoy tenga mas tiempo libre que dedicarle a sus pasatiempos, en especial, a la fotografía.

En la fotografía se inició a los 14 años con una cámara de su padre, una Kodak (formato 6x9) que aún conserva. Su padre la usaba para hacer fotos familiares, mientras Franmar la usaba para fotografiar todo lo que le llamaba la atención. A los 23 tuvo su primera réflex, una Minolta XE1 con un objetivo de 50mm e instaló un pequeño laboratorio en casa. A partir de ahí empezó a descubrir toda la magia que envolvía a la fotografía, desde la búsqueda y captación de motivos hasta la emoción en el cuarto oscuro al ver aparecer sobre el papel sensible las imágenes obtenidas. De aquella época conserva miles de negativos, algunos de los cuales piensa escanearlos y compartirlos con sus amigos en fotocommunity.

Debido a la falta de tiempo, durante muchos años hizo sólo fotos familiares y dejó de procesar en casa. Pero fueron los viajes, otra de sus grandes pasiones, los que le brindaron la oportunidad de desarrollar la fotografía que más le gusta: los retratos y la fotografía documental. Le gusta observar a la gente e intentar captar lo que puede decirnos un rostro o una mirada. Sin embargo, intenta no encasillarse en ello y practica diferentes temas.

La fotografía para él es un medio que permite captar, documentar y compartir aquellos instantes, rostros, lugares o situaciones que nos han despertado una emoción. A su vez, el lograr despertar una emoción a quien observa la fotografía realizada, es el premio mayor al que se puede aspirar como fotógrafo.

Como referencia tiene a grandes fotógrafos tales como Steve McCurry, Cartier-Bresson y Sebastiao Salgado.

Para Franmar, la fotografía representa una manera diferente de mirar el mundo que nos rodea, con más atención y curiosidad y por tanto con mayor intensidad. Instintivamente, aunque no siempre lleve cámara en mano, encuadra mentalmente e intenta imaginar cómo quedaría la toma de esas escenas de la vida cotidiana, un rostro expresivo, un paisaje, una puesta de sol o simplemente el detalle de una fachada o unos reflejos en un suelo mojado.

Hace unas semanas se cumplió su sueño de tener una cámara digital en formato FF. La Nikon D600 acompañada de un objetivo Nikkor 24-70 2:8 y uno Sigma 70-200 2:8.

Además de los parámetros técnicos, para Franmar una buena fotografía debe partir siempre de un buen tema o motivo, con un encuadre y composición bien cuidados que centren la atención en el motivo principal que se quiere destacar, dejando fuera aquellos elementos que puedan distraer y que no le porten nada. Además de eso, cree que un buen procesado posterior para mejorar los contrastes y colores está bien. Eso sí, no es partidario del retoque digital excesivo.

Su consejo para los principiantes es que se formen bien en las técnicas básicas, que miren muchas fotografías de los grandes maestros observando a fondo el encuadre, composición, iluminación, etc. Y luego que practiquen mucho, pero siempre pensando antes de apretar el disparador.

A fotocommunity tiene que agraderle la oportunidad de reencontrarse con Rafael Mirabet, un muy buen fotógrafo de paisajes, amigo y colega de un grupo musical en su juventud. La vida los llevó por caminos dispares perdiéndose la pista; pero fotocommunity hizo posible su reencuentro, además de darle la posibilidad de compartir con tantos buenos fotógrafos esta hermosa afición que los une.