12-Carlos Valcarcel

Allá por los años 40 del siglo pasado, nuestro compañero Carlos Valcarcel leía comics, principalmente americanos; pues, en aquel entonces, su pasión era el dibujo. De autores tales como Alex Raymond, Burne Hogarth y Harol Foster, aprendió el concepto de la composición y armonía de sus viñetas, que años más tarde intentaría plasmar en sus fotografías. El barroquismo creacional de estos dibujantes y su visión amplia de las escenas, formaron en Carlos la inclinación por el angular, que le permitía muchas veces encerrar en primeros planos las escenas que veía. Este fue el verdadero origen de su afición a la fotografía.

Con el tiempo, Carlos descubrió los grandes autores clásicos fotográficos, viendo en muchos de ellos, aquellos encuadres que tanto lo habían impresionado de aquellos dibujos. Ello era el primordial motivo de la fotografía, en autores como Ansel Adams o el mismo Cartier Bresson, con sus geométricas composiciones. Poco a poco, fue haciéndose con una pequeña biblioteca de estos maestros, quienes le hicieron comprender la importancia de la realización del positivo, que en definitiva, era la imagen visual de un hecho que adquiría toda su potencia por dos circunstancias primordiales: la composición (la percepción al momento de disparar) y el acabado plástico de la imagen. Ello lo llevó a estudiar diversos procedimientos para conseguir estas ventajas, como por ejemplo el sistema de zonas, tan preconizado por Ansel Adams.

Esta pretensión y no otra, fue la que lo movió a hacer fotografías, que luego y con el tiempo, adquirieron ese valor, que algunos comentan, etnográfico.

El tiempo, lo ha llevado a utilizar siempre cámaras réflex, empezando por las Pentax, continuando por toda la saga réflex de Minolta y ahora con Sony. Si tiene que especificar su tema favorito para realizar fotografías y/o su especialidad, se decide por el paisaje, el retrato y las escenas humanas; y si hay algo que lo inspire, eso son las circunstancias que nos regala la luz.

Para él, el elemento fundamental de una buena foto es la técnica, ya que, afirma, el tema no es lo principal, sino lo es la forma de afrontar su percepción. Es por eso que recomienda a quién empiece con la fotografía que vea muchas fotos, analice y nunca deje de aprender.

El mejor momento que le ha regalado la fotografía es el retrato de su primer hijo y si hay una foto que nunca haría, es cualquier imagen que repugne a su conciencia.

Él resalta lo dicho por Susan Sontag en ‘Sobre la fotografía’: “La fotografía inevitablemente conlleva cierto paternalismo ante la realidad. De estar ‘allí fuera’ el mundo pasa a estar ‘dentro’ de las fotografías”. La forma de estar dentro es lo que, en definitiva, diferencia a unos autores de otros.

Dentro de sus próximos proyectos, se encuentra una exposición perenne de sus imágenes que está organizando la Universidad de Santiago. Allí serán expuestas más de setenta fotografías suyas con un tamaño de 30 x 40 y 50 x 60, positivadas en laboratorio químico en papel baritado por él mismo.