Miriam Eguren

Desde que tengo uso de razón, me recuerdo con una cámara en la mano. La primera cámara qué me cautivo, fue una de juguete, que al apretar el disparador acudía una carita sonriente, muy graciosa, pero aquello me frustraba sobremanera. Ya que lo que esperaba era una imagen. Una imagen qué mi mente ya había procesado.
Un poco después, llegó a mi casa, envuelta con un papel de regalo precioso, una cámara Polaroid , ésta vez era de verdad. Al atacar el disparador el flash escupía una ráfaga de luz, al mecanismo se le escuchaba trabajar y poco a poco resbalaba un negativo que, mientras lo soplaba, al mismo tiempo que agitaba y, cómo por arte de magia, iba dejando ver un momento cautivo del tiempo.
Era una Fotografía.
La fotografía es la más amable, tratable y gratificante de todas las formas de arte.
Puede sorprender, inspirar, entretener e instruir. Es capaz de atraer y despertar emociones, archivando particularidades delicadamente.
En algún lugar leí; "a pesar de que los principios básicos de la fotografía no han cambiado, los continuos avances en el diseño de las cámaras han motivado que nunca haya sido tan fácil hacer buenas fotografías. De todos modos, la tecnología sólo es una herramienta. Por muy inteligente que sea una cámara, es el fotógrafo que la utiliza y la elección del motivo fotográfico lo que determina cómo encuadrar la imagen y cuándo pulsar el disparador.
Es el proceso creativo lo que puede transformar una instantanea mediocre en una imagen impactante.
Para ser un buen fotógrafo es preciso tener una visión más amplia del mundo que el resto de las personas. Plasmar el mundo tridimensional y en movimiento en una imagen plana y estática es como traducir un relato de un idioma a otro. Es necesario darse cuenta de que el mundo está lleno de vida y energía, abierto a nuevas ideas y a la interpretación artística. No hay dos fotografías en el mundo que aborden la misma escena del mismo modo, incluso aunque utilicen las mismas reglas."
Mi modesta intención es la de aprehender y enlazar alguna toma provechosa que os infundaN cierta sensación dormida a priori. Que crezca y tome aumento natural por añadírsele nueva materia.