a mi padre

a mi padre

la pesca, un homenaje a mi padre.

Aun conservo los aparejos de pesca de mi padre ya fallecido; despues del futbol (como arbitro) era lo que mas le gustaba. La noche anterior a la pesca mi madre o alguna de mis hermanas mayores le solian preparar una tortilla con unos pimientos fritos para que pasara todo el dia de pesca. Algunas veces me llevaba con él, saliamos de noche antes de la madrugada, bien abrigaditos y sobre una moto que casi nunca arrancaba ni a la de veinte, al final me tocaba empujarla y cuando cogia algo de velocidad metia una marcha y por fin podiamos salir, no sin antes escuchar las quejas, por el ruido, de alguna vecina asomada a la ventana. Y es que eran motos de dos tiempos de explosion que metian un ruido infernal. Aun recuerdo su olor cuando volvia a casa, era una mezcla de olor a rio, peces, tabaco y olor a moto envueltos en su amable sonrisa que yo sentia al apoyarme sobre su calido regazo siempre buscando la caricia de su mano en mi cabeza. Casi siempre traia enormes carpas royales, barbos, cangrejos etc. enseguida metiamos la pesca en barreños con agua, pues aun estaban vivas. No habia los frigorificos de hoy dia y era conveniente conservar la pesca viva hasta el momento de cocinarla. Eran tiempos de pobreza y con nueve hijos... si, si, eramos nueve hermanos, once con mi padre y mi madre, así que cuando volvia de pescar mirabamos si le habia sobrado algo de su comida, el pobre de mi padre siempre traia la tortilla o lo que hubiese llevado apenas sin tocar, solo pensaba en nosotros. Estas lagrimas que ahora al recordarle nublan mis ojos, son un abrazo y mil besos a mi padre; ahora siempre me arrepiento y me maldigo por no haberselos dado en vida. ¡tanto como los necesitaba!

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