Y ninguno la mira
La belleza del mundo clásico pasa inadvertida frente a nuestros ojos. La necesidad de conocer lo que vemos nos impide observar con detenimiento la hermosura de un torso magníficamente tallado por manos expertas.
Y ninguno la mira
La belleza del mundo clásico pasa inadvertida frente a nuestros ojos. La necesidad de conocer lo que vemos nos impide observar con detenimiento la hermosura de un torso magníficamente tallado por manos expertas.
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