Atardecer en la azotea
En los largos atardeceres del verano,
subíamos a la azotea.
Sobre los ladrillos cubiertos de verdín,
entre las barandas y paredones escalados,
allá en un rincón, estaba el jazminero,
con sus ramas oscuras cubiertas de
menudas corolas blancas, junto a la enredadera que a esa hora
abría sus campanillas azules.
El sol poniente.....
(Luis Cernuda)
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