Balconada dorada
Por todos es sabido que la Plaza Mayor de Salamanca es uno de los mayores atractivos turísticos con los que cuenta la ciudad. Y la cosa no es para menos. Sus balconadas doradas, acorazadas por los escudis esculpidos. Los turistas fotografiando cada rincón de la misma. Su reloj. Ese punto de reunión permanente. Su piedra. Esa famosa piedra de Villamayor que irradia con su luz y que posee tantos tonos de colores que nuestros ojos se ven en ocasiones incapaces de diferenciarlos. Su paz. Su historia y su estilo barroco, obra de Alberto Churriguera. Y es que ya la describía así Unamuno: "Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico".
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