Carnaval, carnaval

Carnaval, carnaval

Nunca me gustó disfrazarme...siempre quise ser yo sin mas aditamentos. De pequeño los carnavales en Lepe, imagino que como en casi todos los pueblos españoles, se celebraban casi secretamente y con la intervención de muy pocas personas...solo a los niños solían disfrazarlos sus mayores con máscaras y trajes bastante cutres confeccionados artesanalmente por los mas “manitas”...a mi eso no me gustaba y no consentía que me disfrazaran de nada...a mi hermano y a mi ahora cuñado Jaime, les encantaba disfrazarse y lo hacían año tras año y siempre de lo mismo ¡¡¡ de pistoleros!!! con patillas, bigotes, camisa de cuadros, pañuelo al cuello, botas, sombrero y dos pistolas en sus fundas con sus flecos y todo...se pasaban el día disparando unos petarditos de pólvora que depositaban en el lugar en que el martillo de la pistola tenía que alojarse una vez apretado el gatillo...llegaban a casa oliendo a pólvora y con los ojos rojos de la cantidad de humo que estos “proyectiles” soltaban...años mas tarde me ocurrió algo parecido con el traje de nazareno en la semana santa...yo no sentía eso y me encontraba fuera de lugar y sobre todo me sentía como si me robaran mi personalidad. Los tiempos cambian y hoy día los carnavales son una alegre y colorida fiesta que me gusta ver ”desde la barrera, claro”... disfruto viendo a la gente olvidar los problemas y sobre todo reírse de ellos y pasarlo de maravilla.