Serie El sentimentalismo de un soñador II
El sueño de una idea.
Quienes tienen la necesidad de expresarse y crear por la pasional de no dejarse morir sin luchar, viven gracias a ese veneno que por igual atormenta, que inyecta ojos y alma con los sentimientos que le hacen humano.
Humanos, a los que, cuando se les enciende esa pequeña luz que arde dentro buscando sentir el aire. El sueño y su inquietud, se transforma en boceto de idea, la misma, que en pie delante de un ordenador, lienzo o escenario. Se diluye como una débil neblina. Es entonces cuando la desesperación sabotea nuestra persona y, pese saber lo que queremos, lo que sentimos… ¿Cómo?, ¿Cómo parirlo? El negro comienza a comernos terreno, nos roba trocitos del sueño mientras la idea se nos escurre entre los dedos.
Cuando todo parece perderse, cuando la rendición empieza a extender sus raíces. Un renglón, una coma, una nueva luz o, el cambio en la dirección del viento. Y la inspiración vuelve a empujar con fuerza dando forma al camino que nos distingue y diferencia. Llenando de ilusión y fuerza lo que antes, apenas hace un minuto, era un largo pasillo sin puertas.
El sueño de la idea nace y crece en cada uno, unos lo obvian perdiéndose por un camino que jamás ofrece un distinto destino. El resto, raros para según quienes, logran sentirse en realidad libres. Sin miedo a ser felices, a expresar lo que en cada momento su cuerpo y alma le piden.
Autor: Antonio Fco Buitrago Fernandez
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