Arena del Sahara sobre Alborán

Arena del Sahara sobre Alborán

Al amanecer, los ocupantes de la pequeña patera, un grupo de bereberes de las llanuras de Hassi-Sedrata, miraron aterrorizados las impresionantes moles grises que de improviso surgieron entre la bruma turbia del mar. Ellos no lo sabían, pero por azar se habían colado en medio de una escuadra de la OTAN que realizaba maniobras militares.
Todo había comenzado cuarenta y ocho horas antes en Cádiz y Tánger, donde simultáneamente habían tenido lugar dos acontecimientos muy dispares entre sí y que el destino iba a entrecruzar en pleno mar de Alborán, dando lugar a uno de los episodios más esperpénticos de la estrategia militar.
En Tánger, el traficante rifeño Nordine el albino, parapetado tras un velador de mármol de la tetería Accra-Zankat, vendía sueños en forma de pasajes y visados falsos a precios exorbitantes a un grupo de bereberes.
En Cádiz, en la Comandancia de marina, el almirante británico Clarence ofrecía una rueda de prensa para informar de la operación naval que alguien, en un alarde de imaginación sin precedentes, había bautizado como Tapón 97.
- ¡Fue una casualidad, una terrible casualidad! -comentaría días después el almirante Clarence mientras observaba inquieto las miradas irónicas de sus colegas…